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martes, 24 de febrero de 2009

La lubina asesina


¿Alguna vez habeís tenido la sensación de que os siguen por la calle, de que al entrar en el metro por las mañanas todo el mundo parece haberse dado cuenta de la cara de sueño que llevas o de que alguien te mira mal? Yo noté esto último desde el momento en el que mi ama la compró en el mercado. Me la tenía jurada. Me miaraba con mala cara, lo juro. No era una lubina alegre, de buen caracter, de esas que salían en Buscanndo a Nemo echándose unas risas con la mala memoria de Dori. Ésta tampoco se contagió del ambiente festero que reina bajo el mar -al menos eso nos mostraban en La sirenita-. Me miraba mal. Incluso sin ojos. Incluso una vez cocinada, con una buena salsa, con sus ajitos... Y mientras cenaba llevó a cabo su venganza. Yo la metí al horno y ella hizo que se me clavara una espina en la garganta.
En las películas siempre dicen que antes de morir ves pasar diapositivas de toda tu vida. No es verdad. Mientras agonizaba para poder tragar- me puse hasta roja- sólo pensaba en la puñetera mirada de esa lubina. Al final un trago de agua y un poco de miga de pan ayudaron a pasar el mal trago, y nunca mejor dicho. Entonces me acordé de aquel niño que murió por atragantarse con una palomita, o de aquel amigo de un amigo mío que le habia contado otro amigo que un amigo suyo había muerto de un ataque de risa-menudo lío-. Hay muertes tontas y la mía estubo a punto de formar parte de esta lista ayer por la noche. Y todo por culpa de una lubina que por los malos tiempos que corren o porque no tuvo un papel protagonista en alguna peli de Disney, acabó convirtiéndose en una asesina.

3 comentarios:

  1. Juraría, señorita TaMara, que la imagen del comentario muestra una trucha, pero bueno, dejemos de lado pequeñeces y que sean los expertos los que diriman semejante duda.

    ;)

    Besos,

    Irantzu

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  2. Bueno, no tiene nada que ver (pero nada-nada), pero lo tengo que escribir para que alucines pepinillos conmigo. La que te ignora ha firmado una información en la que da datos del tipo Uno de cada tres menores blablabla basándose en:

    Una investigación realizada por médicos de familia encuestó a 373 alumnos y alumnas de tercer y cuarto curso de la ESO y de Bachillerato de un municipio del Maresme en Barcelona, en edades comprendidas entre los 14 y 17 años.

    Toma ya. Tal cual. Corta pega he hecho. Y ahora dime si no tiene motivos para odiarte. Tus fuentes, por lo menos, son más cercanas. Imagina lo que gastará en viajes y demás ;)

    Irantzu

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  3. jajajajajjajajaja, mira que eres bruja tia! Pero bueno, me has hecho reirme un buen rato. Este es un buen momento de recordar esa gran frase que me dijo un día: "Tranquila Tamara, aún tienes que aprender. Yo todavía sigo aprendiendo". Aún tiene que revisar alguna lección.

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