Porque las locuras rodean nuestra vida, nos persiguen, nos invitan a arriesgarnos, nos suben la adrenalina,
nos hacen arrepentirnos... ¡¡Haz un riconcito a las locuras!!

jueves, 2 de abril de 2009

1, 2, 3, 14.000!!!!!!!

No, no es que me haya equivocado cantando al cantar la famoso canción de U2, es que esta mañana he tenido que contar hasta 14.000 para no estallar de ira. Si os digo que lo que os voy a contar ha sucedido en un ambulatorio de Osakidetza, entenderéis lo de la ira. Pero no ha sido provocada por los trabajadores de este recinto donde se practica la medicina. Después de la consulta del médico y si éste te pide volver a al cabo de unos meses, tienes que bajar a la recepción y pedir una cita. Hasta ahí todo normal.
El caso es que ahora conseguir una fecha es como ir a la charcutería, hay que coger un número. Cuando he salido de la consulta, con la alegría de haber salido un cuarto de hora antes de lo previsto, he llegado a la recepción para coger mi numerito, me he encontrado con que yo tenía el 91 y el marcador aún iba por el 66. Me ha entrado un bajón... He mirado a mi alrededor y el panorama era cuanto menos terrorífico. La sala, con no más de 10 sillas, estaba llena de... efectivamente, personas mayores. El caso es que me he sentado, decepcionada, en una de las sillas libres. Y para mis desgracia, a mi lado ha tomado asiento una señora que no callaba. Que si "me han operado del ojo". Que si el oculista "casi me deja ciega"...
Como yo no la hacía caso, se ha puesto a contar su apasionante historia a otra pobre señora que estaba sentada a su derecha. "Fíjate, me estaba dando unas gotas, y yo no puedo echarme gotas, que me escuecen mucho los ojos"..."A mí también me ha pasado algo parecido", ha empezado a decir la otra señora, que por cierto daba un poco de miedo porque tenía un ojo de cristal (no sé si habéis visto Los Otros, pero se parecía a la médium que sale al final), comenzando así una conversación apasionante entre dos mujeres que han pasado por una situación similar, con (al parecer) el mismo médico. Haciendo caso omiso al cartel de Silencio, por favor, han proseguido: "Pues a mí llegaron a abrirme el ojo y me dieron puntos y todo" ¡¡¡Y a mí que me importa!!! "Yo no quiero tener que imaginarme su ojo abierto señora", me han dado ganas de gritarle. Porque no os hacéis una idea de lo molesto que es tener que estar esperando 30 turnos, sin ni siquiera poder leer un libro a gusto.
Esto me ha hecho pensar sobre la mierda de sistemas que tenemos funcionando aquí, donde muchas personas que dolores tienen que esperar que pasen 30 turnos por delante para poder pedir una cita con el médico que encima será para 3 ó 4 meses más tarde. Así que, si os ponéis enfermas, o tenéis que visitar a algún especialista por el motivo que sea, un consejo, paciencia y contar hasta 14.000.

No hay comentarios:

Publicar un comentario