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lunes, 16 de marzo de 2009

Vuelta a la tortilla

¡¡Lo rápido que cambian las cosas!! Hace apenas un año (quizá más porque siempre he sido muy mala para calcular el paso del tiempo) no había informativo en el que no se hablara en alguna ocasión de los mileuristas. El término nació en 2005, en un artículo de El país escrito por Carolina Aguacil que se declaraba mileurista. Pero, ¿qué quiere decir el término exactamente? Cito textualmente a la sabia Wikipedia: El neologismo mileurista (surgido a partir de mil euros) se aplica para definir a una persona perteneciente a la generación nacida en España entre 1965 y 1985 (aproximadamente) y con unos ingresos que no suelen superar los 1.000 euros al mes (según el Instituto Nacional de Estadística, el salario medio del asalariado español en 2007 era de 1.686,18 euros brutos al mes).
En otras palabras, éramos los pobres jóvenes que tenían que salir bien preparados de la universidad para acabar ganando 1000 euros al mes, que no teníamos casi dinero para pasar 30 ó 31 días así que de la hipoteca ni hablamos, que no podíamos permitirnos mucha vida social porque siempre estábamos pelados. Ahora, con la crisis, los políticos, las noticias, las circunstancias, le han dado la vuelta a la tortilla. Los mileuristas seguimos siendo esos jóvenes de 25 años. Seguimos ganando mil euros. Continuamos trabajando en un puesto que se merece un sueldo más alto. Aún no llegamos a fin de mes y por supuesto, todavía no nos podemos plantear eso de pagar una hipoteca. Pero con toda la gente que por desgracia está ahora en paro, los mileuristas nos hemos convertido en unos privilegiados. Paradójico ¿no?
Las pasaremos putas pero al menos tenemos un trabajo y un sueldo, bajo pero fijo, para llevarnos a casa. Lo que yo dijo, lo rápido que cambian las cosas.

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón. Nos quejamos de vicio. Si tenemos porque tenemos y si no, porque no. Lo mismo que con el tiempo o la temperatura de esta redacción. Ansío que llegue el día en el que nadie, ni yo, que soy una quejica, tenga motivos para quejarse.
    Besos,

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