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domingo, 22 de marzo de 2009

¡Y encima me pagan!


No entiendo por qué la gente va tan desanimada a trabajar. Igual es porque no tienen un lugar de trabajo tan bonito y divertido como el mio. Sí, seguro que es eso. Un edificio inteligente donde hace frío cuando teine que hacer calor y calor cuando tiene que hacer frío. Donde los rayos del sol atraviesan las enormes ventanas que dibujan una vista bellísima de Bilbao. Donde según abres la puerta, una agradable mujer te saluda siempre con una sonrisa en la cara. Seguro que no trabajan en un lugar así.
Y qué puedo decir de mis compañeros de trabajo. Es cómo vivir en un cuento de hadas. Está la bruja malvada, que convierte un día normal de trabajo en una jornada interesante y diferente. También anda por ahí su doncella, una señora que, despechada tras haber sido desplazada de su trono como reina de las maldades, pregunta cada mañana a su fiel amigo el espejo si es la más bella de todo el reino. Las tres mellizas, un poco creciditas ya, también suelen pasearse por mi oficina, pero en una versión mucho más coll y refinada. Y os acordaís de aquella frase de ¿He sido yo?, pués en mi curro también está la típica persona despistada y torpe que hace que un momento bochornoso se transforme en la anecdota graciosa que siempre se cuenta a la hora de la comida.
Como en un buen cuento, en mi trabajo tampoco faltan los principes que al besarlos se convierten en ranas, los personajes secundarios, los figurantes, los machotes, los sabiondos, los que se ponen camisetas demasiado ajustadas y los buenos amigos ya que a menudo se pasea por allí un Winnie de Pooh al que le gusta el baloncesto y a quien me abrazo cada vez que llego. Una cuadrilla como la de Los cinco, pero formada sólo por mujeres, a la que me uní hace casi dos años y que echo de menos todos los fines de semana. Tengo incluso a mi campanilla, una chica muy alta que me da consejos no sólo ortográficos y con quien hablo de todos los cotilleos de los que se entera al poder volar de un lugar a otro, de ahí la frase "me ha contado un pajarito...".
Mi trabajo se parece tanto a una película de Disney que incluso hay personajes de la misma productora, y es que si alguién aún sigue buscando a Neno que deje de hacerlo porque se encuentra en mi trabajo. También está la Bestia, que tiene despacho propio y todo o incluso el gran amigo de Mogli en el Libro de la Selva. Sherk y Fiona que gracias a que la naturaleza es sabia también están casados. Ni siquiera falta el pitufo gruñon aunque de pitufo tiene muy poco.
Con este panorama, y a pesar de disfrutar también de mis días libres, comprendereís que disfrute como nadie de mis jornadas laborales. ¡Y encima me pagan por ir a trabajar! casi debería pagarles yo a ellos por haberme dado la oportunidad de vivir en un cuento. Por cierto, ¿os habeís dado cuenta de que no he hablado de un principe azul? Es que a ese lo encontré fuera del curro. No podía ser todo perfecto, ¿no?

2 comentarios:

  1. Imagino que la Bruja Piruja se enfadará al leer esto. Pero, ahora que lo pienso, seguro que no se paseará por aquí, se quedará con su espejito espejito mágico mientras las demás seguimos creciendo y volamos al país de Nunca Jamás en compañia de 'monitas' más majas que las pesetas.
    Besos, guapa,

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  2. No creo que la Bruja piruja conozca el término blog, así que como para estar al día en este. Además, tengo derecho de admisión.

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