No quería que llegara este día. Cerraba los ojos fuerte y me repetía a mí misma que hoy no iba a llegar. Que viviría en unas vacaciones constantes con tiempo de sobra para estar con mi familia y mi chico. Pero de momento de tengo la habilidad de parar el tiempo (no descarto que algún día inventen alguna máquina que lo haga), así que en unas me toca volver a la redacción. El trabajo. El ..... trabajo. Empieza de nuevo el estrés, el no parar de un sitio para otro, el estar pendiente de TODO lo que pasa a mi alrededor, el meter horas y horas, el aprovechar mis pequeños ratos libres para estar con mi chico, el currar los fines de semana... Estoy depre, ¿se nota, no? Es la depresión post vacacional, que por primera vez se ha adueñado de mí.
Pero bueno, en realidad sé que tengo que ser positiva. Mi trabajo me encanta. Me lo paso genial con mis compañeros. Descubro un montón de cosas y conozco a muchísima gente. Además, tengo la grandísima suerte de tener un trabajo, tal y como están las cosas... Es volver a no tener tiempo para mí misma lo que me molesta un poco más. Aunque estoy segura de que en dos días ya se me ha pasado y voy de un lado a otro de Bilbao con una gran sonrisa en la cara. Hay que ser optimista... No queda otra. Me quedo con esta foto con mis compañeras en la nueva rotativa.
Ánimo guapa!! siempre es duro volver a las andadas, pero verás q en unos días estás de nuevo dándolo tdo y con las pilas recargadas de tus vacaciones!! Mucho animo y fuerza!!
ResponderEliminarEn unos dias estas adaptada, yo ya tenia ganas de volver a la rutina y más cuando se tiene un trabajo que te encanta y teniendo buenos compañeros, besos!
ResponderEliminarGracias por los ánimos! La verdad es que tampoco ha sido tan duro... Me lo he pasado hasta bien!
ResponderEliminarBesos